Para poder realizar un deporte tanto a nivel individual coma a nivel colectivo es importante el desenvolvimiento de ciertas capacidades que nos permitan hacer diferentes acciones.
Uno de estos desenvolvimientos es el cognitivo, gracias a él a su vez aparecen habilidades coma a memoria, a atención e a inteligencia.
La memoria nos permite acordarnos de una información anteriormente aprendida. Podemos distinguir tres tipos de memoria en función al tiempo que ciertos datos perduren en nuestro cerebro.
- Inmediata: Registramos una gran cantidad de información pero de una duración ínfima, tomamos de ejemplo la posición de nuestros compañeros en una jugada determinada del partido que cambiará en la siguiente.
-Corto plazo: Esta se semeja a la inmediata pero suele tener un poco más de duración, en contexto de deporte lo podemos emparejar con las reglas de un juego que hacemos un día concreto y que al día siguiente ya se nos han olvidado o no nos acordamos de todas.
-Largo plazo: Diferente a las demás nos permite acordarnos de una información durante mucho más tiempo como pueden ser las reglas de un deporte que realizamos habitualmente.
Para poder memorizar algo previamente se debe prestar una atención, habilidad que nos aporta el desarrollo cognitivo y que nos permite centrarnos en un estimulo concreto. Dependiendo en como focalicemos nuestra atención esta puede ser de varios tipos, focalizada, si nos centramos en un estimulo en concreto como puede ser la explicación de una jugada a realizar en un partido; selectiva, cuando filtramos la información recogida pues en un partido, por ejemplo solo nos debemos quedar con lo que sucede en este y dejar de lado la grada; dividida, poseemos la capacidad de atender a varias cosas a la vez lo que nos permite, entre otras cosas, saber en cada momento la posición de todos nuestros compañeros.
Ambas habilidades defieren en otra que nos permite entender, razonar y responder a problemas en la vida común pero también en el deporte y es la inteligencia que también pertenece al desarrollo cognitivo.
En el deporte es tan importante la capacidad de relacionarse con los demás y los valores que se aprenden como el propio hecho de realizarlo. Pues el desarrollo socioafectivo citado con anterioridad nos da la capacidad de desenvolver ciertas interacciones con los demás y aprender y crear unos valores y un criterio propio que nos definirá como personas.